el desayuno es variado, con productos de calidad. la falta de aire acondicionado puede incomodar.

La Capellanía es un lugar increíble para relajarse. Clara y Mercedes son anfitrionas excepcionales, siempre listas para ayudar con recomendaciones sobre la zona. La habitación era amplia, con una cama muy cómoda. La ubicación está cerca de la plaza, lo que facilita conocer el área. El desayuno es delicioso y variado, realmente una delicia para comenzar el día.

lo recomiendo encarecidamente

La estancia aquí fue maravillosa. Las habitaciones son amplias y decoradas con buen gusto, lo que nos hizo sentir cómodos desde el primer momento. El desayuno es un deleite, con música clásica de fondo que hace la experiencia aún más especial. Mercedes y Clara son anfitrionas excepcionales, siempre listas para ayudar y brindarnos recomendaciones sobre los mejores lugares para visitar en la comarca. Además, disfrutar del desayuno con productos locales fue un verdadero placer.

No había aire acondicionado en la habitación.

Ubicación ideal para visitar bodegas, patio agradable, limpieza impecable

Menos posibilidades para cenar cerca!!! Falta de aire acondicionado en habitaciones, escasa oferta de entretenimiento nocturno en el hotel. Se echa de menos más opciones de mobiliario en áreas exteriores.

tranquilidad y atención excepcional

El desayuno fue realmente especial, servido en la mesa con una variedad deliciosa. Las anfitrionas, Clara y Mercedes, se aseguraron de que tuviéramos un itinerario perfecto y personalizado para nuestras visitas. La limpieza del hotel fue impecable, lo que hizo que nuestra estancia fuera muy agradable.

La falta de opciones para cenar cerca puede ser un inconveniente.

La atención al detalle, desde la limpieza impecable hasta las recomendaciones personalizadas para explorar la zona. Todo esto, combinado con un delicioso desayuno con productos locales, hace que la estancia sea muy gratificante.

Sin embargo, la falta de aire acondicionado podría ser un inconveniente en días calurosos.

El hotel tiene un encanto único con decoraciones cuidadas y una historia rica que evoca su esencia. Las habitaciones son muy amplias y cómodas, con una cama King Size que garantiza un buen descanso.

El desayuno, aunque rico, podría beneficiarse de algunas opciones calientes como huevos o tortillas, especialmente para quienes no disfrutan de los embutidos. Además, la falta de aire acondicionado en las habitaciones puede resultar incómoda en días calurosos, lo que podría afectar la experiencia de aquellos sensibles a la temperatura.

La Capellanía tiene un encanto especial. El edificio, con su historia y decoraciones cuidadas, me hizo sentir como en casa desde el primer momento. Mercedes y Clara son un dúo excepcional. Siempre están disponibles, haciendo recomendaciones sobre bodegas y buenos lugares para comer. El desayuno que ofrecen es abundante y delicioso, con productos locales. Sin embargo, la falta de aire acondicionado en las habitaciones se sintió un poco incómoda, sobre todo en días calurosos. Aunque la limpieza es impecable y las habitaciones son cómodas, las calles cortadas para acceder al hotel pueden ser complicadas a veces. Aun así, el lugar tiene un ambiente acogedor que compensa otros detalles. Sin duda, volvería a alojarme aquí en mi próxima visita a La Rioja.

La atención de Clara y Mercedes fue excepcional. Nos sugirieron rutas de senderismo por la zona. Sin embargo, se echó de menos aire acondicionado en la habitación.

Una experiencia inolvidable en un entorno precioso

Disfrutamos de una noche mágica. El hotel tiene un estilo encantador y el servicio fue excepcional. No hay que perderse el desayuno con productos locales, ¡es una delicia! Un consejo, aprovechen las rutas cercanas para explorar la belleza de la zona.

La decoración histórica del hotel me encantó, con detalles que evocaban su rica historia. Además, los espacios comunes eran acogedores y el ambiente general era muy relajante, perfecto para disfrutar de la tranquilidad de La Rioja.

Más asientos cómodos en las áreas comunes.

Habitación amplia y cómoda, tranquilidad en el entorno. Clara y Mercedes, anfitrionas encantadoras, siempre dispuestas a ayudar. Desayuno delicioso y bien presentado. Aunque no hay aire acondicionado, el encanto del lugar compensa esa falta. Ideal para desconectar y disfrutar de la Rioja.